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El poder de tener un presupuesto y controlar los gastos hormiga

No dejes tu dinero al azar y mejoremos tus finanzas

¿Alguna vez te has preguntado a dónde se va tu dinero mes tras mes? A menudo, nos encontramos con que nuestros ingresos desaparecen rápidamente, dejándonos preguntándonos cómo llegamos a fin de mes con tan poco en nuestros bolsillos.

La respuesta puede estar en los gastos hormiga, esos pequeños desembolsos diarios que parecen insignificantes pero que, a largo plazo, tienen un impacto significativo en nuestras finanzas. Sin embargo, hay una solución poderosa para frenar estos gastos: el presupuesto. En este blog, exploraremos el poder de tener un presupuesto y cómo controlar los gastos hormiga para mejorar nuestra relación con el dinero.


¿Qué es un presupuesto?

El presupuesto es un listado organizado de los ingresos y gastos que tenemos, y debe de hacerse por un tiempo determinado para poder comprender cómo son nuestros gastos mensualmente. Es un paso importante cuando queremos mejorar nuestras finanzas personales, porque al crear un presupuesto, asignamos un propósito a cada peso que ganamos, lo que nos ayuda a priorizar nuestros gastos y evitar caer en la tentación de los gastos hormiga.


¿Pero entonces qué son los gastos hormiga?

Cómo decíamos al inicio del blog son gastos pequeños a simple vista, pero al sumarlos representan una cifra alta de los ingresos que tenemos mensuales, ejemplo de ellos son: salidas a restaurantes, cine y paseos con amigos, las cuales son algunas actividades que en sí se hacen de forma muy frecuente pueden ser una carga para nuestro bolsillo.


Teniendo esto en cuenta, te compartimos algunos datos básicos que te pueden servir para armar tu presupuesto:


1. Establece tus metas financieras: Define tus objetivos a corto y largo plazo, ya sea ahorrar para un viaje, comprar mi moto, pagar un viaje a la playa, etc. Esto te dará una motivación adicional para controlar tus gastos.


2. Calcula tus ingresos y gastos: Analiza tus ingresos mensuales y registra todos tus gastos, tanto fijos como variables. Identifica los gastos hormiga y agrúpalos en una categoría aparte.


3. Prioriza y recorta gastos: Analiza cómo están tus gastos actualmente y determina qué es esencial y qué se puede reducir o eliminar. Da prioridad  a lo necesario y controlar compras superficiales o antojos pasajeros. Un ejemplo, es cuando voy al centro comercial y veo peluches y quiero comprarlos solo porque se veían bonitos pero no me generan nada más.  Por ello, aquí es importante tratar de ser muy racionales para lograr realmente ver que es lo esencial.


También puedes buscar alternativas más económicas para los productos o servicios que consumes regularmente, como hacerse una manicura solo cuando tienes una ocasión especial y aplicarse colores base para el día a día .


4. Asigna un límite para los gastos hormiga: Establece un presupuesto mensual específico para los gastos hormiga y haz un seguimiento riguroso de ese límite. Puedes llevar un registro de estos gastos utilizando aplicaciones o simplemente anotándolos en una libreta. 

Recuerda que no es cuestión de volverse tacaño y no volver a salir y sacrificar nuestra vida social, es solo aprender a poner límites cuando veamos que estos ya nos están comenzando a afectar


5. Intenta tener presupuestos para los diferentes ámbitos de tu vida: personal, familiar o emprendimiento. ¡Usa cuadernos diferentes para llevar las cuentas de tus gastos e ingresos! Así podrás tener un presupuesto más organizado.



Date una cita contigo semanal, donde lleves las cuentas de tus ingresos y gastos diarios. Así lograrás que este ejercicio se convierta en una tarea de tu cotidianidad hasta conseguir convertirlo en hábito. ¡Animate! Realiza tu presupuesto, sueña en grande pero toma acción.







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