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El mundo hoy

"Uno cuenta con el corazón en la mano como no ha visto nada y el otro, todo lo que sí ha visto".

Autor: Ryszard Kapuscinski

Género: Biografía

Año: 2008

RESEÑA DEL LIBRO


El mundo de hoy es un collage de textos de Kapuscinski, compilado por Agata Orzeszek. Junto con fragmentos de sus libros (siete sin traducción española, entre ellos un volumen de poesía), incorpora una selección de ensayos, conferencias y entrevistas. Está artículado en tres partes. La primera -Mirando hacia atrás (sin ira)- ofrece un "viaje sentimental" al pasado: una infancia vivida en medio de la Segunda Guerra Mundial y la época de corresponsal (no sólo) de guerra; la segunda -Periodismo y literatura- desvela los entresijos del oficio de reportero y el taller del escritor; y la tercera -El mundo de hoy- constituye una profunda reflexión antropológico-histórico-sociológico-filosófica en torno a las grandezas (las menos) y las miserias (las más) del mundo contemporáneo.




NUESTRA SELECCIÓN DE CITAS DEL LIBRO


Uno cuenta con el corazón en la mano como no ha visto nada y el otro, todo lo que sí ha visto. 8


Por un lado, al viajar de un país a otro, de un continente a otro, fui descubriendo un mundo fascinante, inmensamente rico, desconocido el día anterior y ni siquiera presentido… 29


Mi margen de libertad estaba garantizado porque al no tener Polonia grandes intereses políticos ni económicos en aquellas zonas, a nadie de la cúpula del partido gobernante le importaba lo más mínimo lo que yo pudiera escribir. 30


Siempre elegí la autocensura. 31


El que no tiene dinero, pero sí tiempo de sobra, también puede conseguir todo lo que se propone. 32


Pues sin querer o queriéndolo, ha sido un combatiente. 33


El enemigo, el otro, es para él algo abstracto. Y en el momento en que empieza a conocer al toro, se empieza a hablar, se pierde la motivación para la lucha. 33


Lo que si se debe tratar de evitar es el peligro de caer en la ceguera y el fanatismo. 34


Si entre las muchas verdades, eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú, en un fanático. 34


La guerra -sea de la naturaleza que sea- siempre es una tragedia, un terrible fracaso de la humanidad. 50


En la guerra nunca hay vencidos ni vencedores. En la guerra pierden todos. La guerra es la prueba de la debilidad que existe en el hombre y en la sociedad. 50


El reto consiste en lograr que sus relaciones no se fundamenten en principios de dependencia y subordinación, sino de entendimiento mutuo y de diálogo entre iguales. Sólo entonces daremos una oportunidad a que la buena fe y la voluntad de comprender al otro triunfen sobre todos los odios y conflictos que sacuden a la familia humana. 53


No me habría expuesto a tantos peligros si no hubiera sentido en el fondo de mi ser que me hallaba ante hechos de gran magnitud, ante algo que atañía a la historia contemporánea, es decir, a nosotros mismos. 55


Sí, el cuerpo está maniatado, pero ¡el pensamiento sigue libre! 59


Ergon Erwin Kisch, un clásico del reportaje, dijo en una ocasión que a veces le había resultado mucho más interesante describir las dificultades para llegar al lugar de los hechos que los hechos en sí. 66


…aprovecho para charlar con dos o tres personas que tienen mucho que enseñarme y a las que nunca más tendré ocasión de encontrar. 67


No me encuentro a gusto en condiciones de estabilidad y bienestar. 67


Lo que me fascina es el mundo y no lugares concretos de la tierra. 68


Rezo para que la paz sea lo más duradera posible. Así es: escribo sobre la guerra y sueño con la paz. 68


Uno se distancia de los hechos que describe no porque sienta la necesidad de hacerlo sino porque no tiene más remedio… 68


La paradoja de este oficio consiste en que la escritura nace del viaje y el viaje imposibilita la escritura, pues es demasiado precioso como para restarle siquiera un ápice de tiempo. 69


Por fuerza tiene que quedar adscrito al dominio mediático, cuyo destinatario medio percibe la realidad circundante -y, por lo tanto, la historia contemporánea- a través de acontecimientos aislados. Si bien los advierte, no es capaz de hallar su interrelación. 69


El reportaje del segundo tipo debería saber sacar una reflexión generalizadora del constante alud de acontecimientos, intentar dotar de cierta lógica lo que a primera vista parece ilógico y encontrar esas reglas que a pesar de todo rigen lo que a primera vista no parece más que caos y anarquía en estado puro. 69


…el intento de abarcar y ordenar la realidad que nos rodea es tarea de la razón. Y el reportaje reflexivo y que llega hasta el fondo de las cosas no es sino resultado de ese esfuerzo. Si somos capaces de abordar este tipo de escritura podemos ayudar al lector, brindándole, por un lado, un intento de explicación de lo que pasa y por otro, un intento de previsión de lo que tal vez pase en el futuro. La comprensión de la realidad ofrece una mayor sensación de seguridad y estabilidad psíquicas. 69


No me considero una persona dotada de un talento especial. En la cultura contemporánea se abusa de palabras como “genio”, “talento” o “fenómeno”. 69


Puedo llamar así a Shakespeare, a Beethoven, a Platón; para contar las personas auténticamente geniales entre nuestros contemporáneos me basta con los dedos de una mano. 70


Lo importante es el esfuerzo de la voluntad, el resistir el abatimiento y el don de renunciar a las cosas superfluas. 70


El reportero de verdad no se aloja en el Hilton sino que duerme allí donde lo hacen los héroes de su relato, y también come y bebe lo mismo que ellos. Sólo así podrá escribir un texto honesto. 70


Dar fe de lo visto exige nuestra propia participación: no se puede hacer a distancia, mirando lo que ocurre a través de una pared de cristal. 71


Existen muchas maneras de viajar. En su inmensa mayoría -las estadísticas arrojan cifras de vértigo: un noventa y cinco por ciento-, la gente viaja para descansar. 72


Para mí, los más preciados son los del reportero, etnográficos, antropológicos y cuya finalidad consiste en un mejor conocimiento del mundo, de la historia, de los cambios que se operan en la tierra. Y luego, la labor de compartir el saber acumulado. 73


Cada uno de mis muchos viajes y cada uno de los muchos años vividos en los más diversos rincones de nuestro planeta fueron revelando una verdad extraordinaria para la época -la era pretelevisiva-: que no estamos solos en el mundo, que pertenecemos a la gran “familia humana” cada vez más numerosa, que es multicultural, multilingüe y multirracial. 74


Cualquier objeto es un lastre: cuanto más ligero el equipaje, más lejos se puede llegar. 75


Pero hay que tener fe, hay que creer a pies juntillas que esa gente no me desea ningún mal, más bien al contrario, que quiere ayudarme. 76


En los hotelitos modestos, en cambio, puede uno toparse con individuos de personalidad fascinante. 76


Si se le arrebata la autonomía, ¿qué misión puede cumplir un periodista con las alas cortadas? 78


Por eso creo que deberíamos profundizar más, intentar descubrir las causas de las cosas, que, en mi opinión, hallaremos en la cultura. 80


Hallar palabras alas que permitiesen un milímetro siquiera elevarse por encima de todo esto. 81


Soy partidario de una escritura que acerca, que no separa; que sirve para comprender, no para fomentar antagonismos. 82


En mi opinión, sin embargo, el intento de captar el momento en que la humanidad entra en una nueva fase de su evolución, de demostrar que tal fenómeno existe y de describirlo es tan importante como seductor; es algo a lo que vale la pena dedicar nuestros desvelos. 83


Como soy un gran partidario de las citas, creo muy digna de atención la observación de Walter Benjamin de que el libro de las citas sería el más perfecto de los libros. (…) Al citar importantes y fascinantes reflexiones de otros no sólo enriquecemos nuestro texto, sino que también lo dotamos de plasticidad. Gracias a las citas nuestro libro se convierte en una especie de obra colectiva. 83-84


Me identifico con los “humillados y ofendidos”, entre ellos me encuentro a mí mismo. Y deseo que mi voz sirva para hablar de sus intereses. 84


La prosa debe tener música, y la poesía marcar el ritmo. 86


Y hay que ser conscientes de que al final siempre nos espera el resabio de la insatisfacción. 90


Por eso llamo “textos” a los trabajos que salen de mi pluma; es un término que define de la manera más general la labor de la escritura. 90


Y a mi me atrae eso que en la actualidad a veces se llama minimal art. 91


Y todo mi esfuerzo se centra en decir lo máximo con el mínimo de palabras y de imágenes. 91


Por lo general, intento escribir con frases cortas, pues éstas crean ritmo y movimiento. Rápidas, dotan a la prosa de claridad. 92


Creo en la relación entre la forma de un libro, el estilo en que está escrito, y el tema que aborda. 92


La literatura absoluta no existe: nunca se logra describir algo con toda la plenitud y perfección. A lo más a lo que podemos aspirar es a la mayor aproximación posible. 93


Pero todas aquellas personas que han vivido la guerra en carne propia saben que ésta, en realidad, es indescriptible. 93


Al ponernos a escribir sobre el mundo de hoy, debemos tener plena conciencia de lo limitados e imperfectos que son los recursos de que disponemos. De ahí que nos veamos obligados a no dejar de plantearnos ni por un instante como enriquecer nuestro “taller” de trabajo con herramientas que sean capaces de transmitir el verdadero sentido de la historia que “se hace” ante nuestros ojos. 93-94


No me había puesto como meta el mero hecho de escribir un nuevo libro; tampoco que éste fuese mejor o peor. Intuía en mi fuero interno que se trataba de algo mucho más importante. De nuestra manera de pensar, de los límites de nuestra imaginación y, finalmente, de un intento de dar una respuesta aproximada a la pregunta de por qué derrotero iba a avanzar el mundo. 94


El dato siempre se puede hallar en libros de consulta o en boletines de prensa. Lo que yo busco es el meollo, el elemento más importante de un acontecimiento o de una experiencia, aquello que constituye el tema, el hilo conductor de una historia. 95


No hay más que un solo ser humano, decían los autores de la exposición, como tampoco hay más que un solo mundo. Mundo somos todos. 102


Dependiendo desde qué lugar de la Tierra se mira, el mundo tiene un aspecto diferente y se comprende de manera diferente. 103


Cada individuo tiene su propio mapa del mundo. 103


Al hablar del mundo cada cual tiene su propio mapa, su propia visión, su propia imagen. 104


Cuanto mejor conocemos el mundo tanto más aumenta en nosotros la sensación de desconocerlo y la convicción de que somos incapaces de abarcarlo. Ya no es su dimensión espacial, sino la de su riqueza cultural, tan inmensa que resultaría pretencioso y condenado al fracaso cualquier intento de catalogación. 104


Después de viajar por todos sus continentes a lo largo de más de cuarenta y cinco intensos años, tengo la impresión de no saber casi nada del mundo, a pesar de conocerlo bastante mejor que los que han viajado poco. Se que el acervo de mis conocimientos es muy, pero muy limitado. Somos un organismo cultural extremadamente complicado. 104


Nuestra mente muestra tendencias apodícticamente unificadoras, exige que todo sea igual y reconocible en todas partes, que sólo cuente nuestra cultura, nuestros valores, que consideramos -sin preguntar qué opinión les merecen a otros- como únicos, perfectos y universales. 105


Y en esto radica una gran contradicción del mundo, contradicción entre la existencia real, objetiva, de la diversidad y la obstinada tendencia de la razón humana a sustituirla por la visión de un mundo unificado, indiscutiblemente homogéneo. 105 Así que una de dos: o empezaremos a odiar, a combatir, a desdeñar y a percibir el otro como un enemigo -de nuestra cultura, de nuestra religión- o, todo lo contrario, empezaremos a buscar vías de comprensión y conocimiento mutuos. 105


Temo a un mundo sin valores, sin sensibilidad, sin reflexión. Un mundo en que todo es posible. Porque entonces lo que se convierte en lo más posible es el mal. 106


Sólo en el último medio siglo hemos aprendido que vivimos en un mundo multicultural en el que cada sociedad funciona de acuerdo con lo que le es propio e intrínseco. Cada una de ellas tiene su propio ritmo de desarrollo, así como sus propios ideales y escalas de valores, y una sensibilidad diferente. 106


El mundo es un organismo vivo tan dinámico que la mera contemplación de los cambios que en él se operan se convierte en algo apasionante. 107


En todas partes empieza a dominar la tendencia del les government, more society: menos gobierno, más sociedad. Prueba de ello: el creciente papel de las regiones; de sus tradiciones, aspiraciones e importancia económica. 107


Los medios de comunicación, por el contrario, han creado una imagen del mundo que dista mucho de la realidad: nos muestran un mundo atrapado por la política, sumido en el caos y completamente desligado de la perdurabilidad, es decir, de todo aquello que atañe a los llamados agentes sociales, a actitudes, mentalidades y problemas cotidianos de las personas de a pie, que constituyen el noventa y nueve por ciento de cualquier sociedad. 110


La gran desigualdad está inscrita en la estructura de la humanidad. 110


El pobre no es sólo aquel que no tiene suficiente comida y ropa. Es alguien que vive en condiciones miserables, rodeado de otros pobres y en un medio de pobreza generalizada del que no se ve salida alguna. No sólo vive, sino que también piensa de una manera diferente. 111


Así que es la propia pobreza la que condena al hombre a perpetuarse en ella; nunca saldrá de su condición sin una ayuda, un apoyo, un impulso que reciba desde el exterior. 111


La pobreza tiene diferentes formas: Económica (de la que se habla más a menudo): Falta de trabajo, de medios de vida, de techo, etc.; social (degradación del estatus social); psicológica (sensación de rechazo, de superfluidad, de desesperanza). 111


…con toda su crudeza se ha revelado la espeluznante verdad -que nadie quiere reconocer todavíade que la riqueza de unos (pocos) se asienta en la miseria de otros (muchos). 112


La creciente desigualdad penetra todas las esferas de la existencia humana. Empieza ya en el seno de la familia: las mujeres y los niños lo tiene todo mucho más difícil que los hombres, cosa que se acentúa en situaciones de conflicto, sobre todo de guerra. 113


Hoy estamos ante un nuevo tipo de guerra: si en la Primera Guerra Mundial por cada siete soldados abatidos moría un civil, hoy, a finales del siglo XX, la proporción ha dado un giro de ciento ochenta grados: por cada soldado abatido mueren siete u ocho civiles. 114


En el mundo de las postrimerías del siglo XX se produce un fenómeno extraordinario. Apareció una nueva clase social: los refugiados. Por lo general se trata de campesinos que huyen en masa de sus poblados. 114-115


Hay un grupo de personas de reconocido prestigio que afirma que la ayuda humanitaria no hace sino fomentar posturas mendicantes. 117


…ahora tenemos la ocasión de repensar el mundo y estudiar respuestas convincentes a los nuevos problemas o, por el contrario, podemos volver la espalda a la realidad y seguir de vacaciones. 120


En el primer caso no tendremos más remedio que analizar los males que nos aquejan, las tremendas injusticias, las desigualdades, y deberemos buscar soluciones colectivas al imparable desarrollo del planeta, un planeta muy diverso en el que cada vez es mayor la separación entre los que tienen y los que no tienen. 120


Porque la guerra no empieza nunca con el primer tiro. La guerra empieza con el cambio de lenguaje. 121


De pronto aparecen palabras como luchar, liquidar, enemigo, matar, aplasta. Es el lenguaje de la agresión y de la arrogancia. 121


Los logros técnicos sirven a veces para lo contrario de lo que se piensa que sirven. 124


La lucha entre Este y Oeste fue sustituida por nuevos frentes: nacionalismo, racismo y fundamentalismo religioso del signo que sea. Los une un denominador común: el factor emocional. De ahí la facilidad de inocularlos en una sociedad de masas, que no se rige por una manera de pensar racional sino por la emoción. 124


De esta manera, estamos entre tres criterios de ordenación del mundo de hoy: nacionalismo, integración/desintegración y mentalidad abierta/mentalidad cerrada. 125


Se trata de seis mil millones de personas a las que nadie puede imponerles ni ordenarles nada. Nunca habíamos vivido una situación semejante; estamos ante una nueva cualidad a la que tendremos que acostumbrarnos. Y tendremos que buscar maneras de comprenderla para vivir con y dentro de ella. 125


Está extendida la creencia de que el mundo está sacudido por conflictos entre civilizaciones, Tales conflictos no existen… se presenta como una forma de la guerra contra el terrorismo: mera propaganda. La realidad es mucho más complicada, seria y difícil. 130-131


La época de la globalización muestra una fuerte tendencia a levantar limes (reales y metrafóricos), a marcar y señalar fronteras y cordones sanitarios: apartheid. De modo que hay tanta unificación como fragmentación, el mismo afán de unir que de separar. 132


En concreto: si vemos en ellos al prójimo o al enemigo. En esto estriba la principal diferencia entre personas y sociedades de mentalidad abierta y cerrada. 132


Estos tres elementos: inferioridad, amenaza e incomprensión, ya para siempre caracterizarían la imagen que de la provincia tiene el centro… 132


…el de finales del siglo XX parece definido desde el punto de vista histórico por dos elementos que lo distinguen de todos los globalismos pasados. El primero: el fin de la guerra fría y sus consecuencias han creado una oportunidad del mundo. El segundo: la revolución electrónica posibilita la abolición de dos grandes obstáculos que han existido desde siempre: el tiempo y el espacio. La coincidencia de estas dos circunstancias ha creado una situación desconocida en la historia del mundo y ha propiciado nuevas ideas en torno a como puede funcionar nuestro planeta. 133-134


La nueva globalización, sin embargo y en contra de lo que prometía, no elimina la división entre el centro y la provincia; todo lo contrario: cava brechas cada vez más profundas. 134


Por añadidura, la globalización fortalece esta posición, al tiempo que no solo no nivela, sino que acentúa las diferencias ya existentes. En los más diversos campos pero sobre todo en el económico. 134


Globalización se suele identificar con aspiración a hacerse con mercados donde colocar productos propios. 134


La globalización iba a remediar los problemas de la humanidad. El mundo no para de avanzar, es cierto, pero su desarrollo genera desigualdades. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. 135


Simplificando, el mito de la globalización se asienta en la convicción de que si todos tenemos acceso a un ordenador y a Internet, viviremos estupendamente. 135


Sus representantes (del establishment planetario), que también son los creadores de la ideología del globalismo, deciden cómo hay que interpretar la realidad económica y social del mundo. 135


La globalización no es global porque abarca casi exclusivamente el Norte, donde se concentra el ochenta y uno por ciento de toda la inversión extranjera. 136


Estados Unidos no tiene más que dos contrincantes capaces de constituir una amenaza real, dos civilizaciones que Huntington menciona como las más serias, las más peligrosas: la china y el islam. 138


Y la respuesta que proponen -acertada a mi modo de ver- es que hay culturas cuya escala de valores nada tiene que ver con el occidente. Las hay, por ejemplo, que antes que el culto al trabajo, tienen en la más alta estima el tiempo de ocio compartido con la familia. Estas personas trabajan lo imprescindible para cubrir sus necesidades básicas. 139


Para ellos, la felicidad no se mide con la posesión de un tercer televisor, pues no tienen ninguno (¿para qué, si tampoco tienen luz?). La persona feliz es aquella que vive rodeada de amistad en su aldea natal, habitada por sus seres queridos. 139


De manera que la inversión más inteligente en el futuro es la dirigida hacia la educación. 139 Si nos paramos a pensar en que somos seis mil millones de seres que hablan cientos de lenguas y profesan las más diversas religiones, que tiene un sinfón de culturas, de tradiciones y, sobre todo, de intereses (a menudo, encontrados); si además reparamos en lo inmensa que es la injusticia de este mundo, la verdad es que la mayor victoria colectiva de la humanidad radica en el hecho de que todavía existimos. 139-140


…con el tiempo vino la reflexión, y ahora vemos que no se puede conseguir todo, que en la vida solo podemos tender a aproximarnos al ideal, y que esta aproximación es el único logro posible, pero nunca se alcanza del todo. 141


África no pudo desarrollarse porque le fueron arrebatados sus habitantes más fuertes, sanos y jóvenes. 141-142


Un día más con vida. 144


Toda su filosofía política consiste en mantenerse en el poder. 147


No existe peor mezcla que la del arma, la estupidez y el miedo. De ella no se puede esperar sino lo peor. 149


Un bolígrafo, una lámpara, una camisa y un para de sandalias de plástico por 5º centavos: ha aquí todo lo que esta gente se puede permitir. 150


Hombres de treinta años parecían tener sesenta o setenta; unos ancianos que morían en masa al cabo de poco tiempo. 154


Existencias vividas en dos mundos tan diametralmente opuestos plantean, a mi entender, la obligación moral de hablar de ellas. 154


Así de sencillo. Las tres cuartas partes de la humanidad viven en la pobreza. Y como al mundo occidental no le gusta tocar problemas que la humanidad se muestra incapaz de solucionar (y el de la pobreza generalizada es uno de ellos), los aparta de su punto de mira. 154


Aquí, en América Latina, es donde se ve hasta que punto el mundo vive en plantas diferentes o, más bien, en diferentes células; un mundo dividido, atomizado. 156


¿La desigualdad siempre genera odio? Aquí genera frustración e incluso, en muchos, resignación. 156


Es en la defensa y no en el ataque donde reside su fuerza; saben aguantar, pero no saben cambiar. Son como el arbusto del desierto: suficientemente fuerte para vivir, pero demasiado débil para dar vida. 156-157


Existen dos géneros de corrupción: la de la riqueza y la de la miseria. Por lo general, suele hablarse de la primera, sólo de ella, porque la riqueza verdaderamente desmoraliza. ¿Y la corrupción de la miseria? Es con la que lidian los guerrilleros de América Latina. El campesino que a cambio de cinco dólares envía a la masacre a todo un destacamento que lucha por su tierra y por su vida. 157


(El Che) dijo que la guerrilla bolivariana podría vencer al cabo de unos quince o veinte años. Él mismo no se hacía ilusiones de llegar a vivir lo suficiente para verlo (lo mataron cuando tenía treinta y nueve años>). 157


El problema radica en que la conciencia social, el sentimiento de vejación y la voluntad de lucha nacen en el ser humano sólo a partir de un cierto nivel de existencia. Por debajo de ese nivel, la miseria no genera, sino que mata la conciencia. Con esta situación se encontró en Bolivia el Che. 159


La miseria desmoraliza. Si un tercio de una sociedad vive sumido en la indigencia, la sociedad entera está desmoralizada. 159


El miedo es producto de la miseria, como lo es el impulso irrefrenable, el sueño febril, de salir de ella a toda costa. 159


La miseria aplasta y echa para atrás. Afloja la conciencia y acorta perspectivas. 159


La miseria es antisocial e insolidaria. 159


Tipos de demagogias que cultivan los políticos de aquí: los conservadores, la derecha: sostiene que, si bien la vida es dura, lo es para todos, de ahí que sólo la unidad hará posible la salida de la difícil situación, unidad que debe manifestarse cerrando filas alrededor del poder, apoyándolo, comprendiéndolo, etc.; los que se las dan de progresistas: estos atacan a los ricos, al capital extranjero, hablan de la miseria de unos y de la riqueza de otros, pero luego no hacen nada; los embriaga la palabrería, el discurso vano los consume; finalmente, existe un tercer tipo de demagogia: la, llamémosle, demagogia de los datos. Por ejemplo un informe del presidente de la república: doscientos folios llenos de miles de cifras, nombres y fechas, puestos allí con el objetivo de ocultar lo principal: que no se ha hecho nada importante. 160


En América Latina se sobreentiende que la política es una ocupación de ricos. Un político es un potentado. Partido y business vienen a significar lo mismo, y sólo puede ser hombre de negocios el que posee un gran capital. 162


Preguntado por sus ideas políticas, el pobre responde: “No las tengo. Soy demasiado pobre para permitirme el lujo de tenerlas”. 161


Tepotzotlán, Monte Albán, Machu Picchu: la religión de los indios frente a la católica. La suya exigía espacios abiertos, escenarios monumentales; la nuestra se asocia con aglomeración, densidad, personas apiñadas, sudorosas y tensas. La religión de ellos: el hombre en medio de un panorama infinito, el ancho cielo, la tierra y las estrellas. En un espacio así, la multitud desaparecía, se fundía con el paisaje universal; en esa gigantesca extensión natural la muchedumbre no podía aniquilar al individuo, la persona podía estar con Dios a solas, sentirse libre y unida a la grandeza sobreterrenal. Su arquitectura se limita a la geometría más simple. Ningún detalle distrae la atención. La vista se pierde en el espacio. Aquí, aglomeración y estrechez; allí, libertad e infinitud; aquí, una muralla que limita; allí, un paisaje ilimitado. 164-165


Un rasgo característico de la evolución política del intelectual latinoamericano es que por lo general empieza en la izquierda y acaba en la derecha. 165


Una vez tomada la conciencia de su etnia, los indios exigen ser miembros de pleno derecho del nuevo mundo multicultural del siglo XXI. 167


En todo ese vasto territorio que va desde México hasta el Finisterre del sur, la desigualdad tiene su color. El blanco por lo general es muy o medianamente rico. La pobreza es de color. En América Latina, no se puede separar la cuestión étnica de la social, pues las dos se solapan. 167-168


Este mundo nuestro será multicultural o desaparecerá. 175


Las barreras administrativas no pueden más que intentar limitar las migraciones del mundo de la pobreza al de la opulencia. Pero no las detendrán porque se trata de un movimiento social, y éstos no saben de barreras. 175


Pero Europa se encuentra ahora ante unos problemas que sólo se pueden solucionar a escala global, es decir a escala del mundo, que en el siglo XXI será ex definitione un mundo multicultural, multirracial y multirreligioso. Y ese multi será la categoría definitoria del mundo del siglo XXI: no habrá otro. 176


…como pintan el mundo los medios de comunicación, veremos que todo lo no occidental entraña amenazas. Del Este, la mafia. Del sur, el fundamentalismo. De África, “esos africanos locos que no paran de matarse”. De Asia, el tráfico de drogas. Todo se presenta como un peligro. 177


El centro del mundo abandona Europa para, una vez atravesado el Atlántico, desplazarse en dirección al Pacífico. 178


Cuando un acontecimiento me fascina, siento el deseo, instintivo e irrefrenable, de verlo con mis propios ojos y de participar en él. 179


Por eso la escritura que me parece más próxima a la vida, a la realidad, es aquella que relata unos determinados hechos tal como se han vivido en el momento de producirse y no como se nos revelan al cabo del tiempo, pasadas -digamos- varias décadas. 180-181


Su prudencia, su sentido común y su -sí, quiero usar esta palabra- humanismo Durante estos días de agosto, muchas palabras de pronto han resucitado, han recuperado su peso y cobrado brillo: la palabra “honor”, la palabra “dignidad”, la palabra “igualdad”. 183


A la luz de las experiencias de las últimas décadas del siglo XX, se ha podido comprobar que, en este sentido, la mejor situación impera precisamente en las culturas asiáticas, las cuales brindan la oportunidad de reunir tres elementos supremamente importantes, a saber: la cultura tradicional de Asia, una cultura del trabajo, el ahorro y la disciplina; la más moderna tecnología (sobre todo norteamericana) de la civilización de la informática y la racional organización del trabajo (una aportación europea). 200


No es imprescindible desplazarse en el espacio; también se puede viajar hacia el fondo del alma. 202


El Corán enseña a no desdeñar a aquel que profesa otra religión. 205


Los musulmanes a su vez sostienen que es Occidente quien amenaza al Islam. 205


El Islam es el centro de un gran juego político, también por parte de los medios de comunicación, que intentan lograr plena identificación entre “Islam” y “terrorismo” en el subconsciente de la opinión pública: un truco eminentemente político. 205


…la occidental es una civilización que tiene en muy alta estima al individualismo. Sólo un sujeto libre puede ser creativo, independiente, ser “uno mismo”. En la tradición islámica, todo lo contrario: abandonar a su suerte a un musulmán equivale a condenarlo a muerte. 208


Un ejemplo de este falso estereotipo es la convicción generalizada de que los musulmanes son amantes de la violencia. Y lo cierto es que, en contra de lo que predican los medios, el islam es una religión de paz. De equilibrio, de contemplación, de paciencia. 211


…los musulmanes creen que cada objeto y en cada persona se esconde un misterio. 211


El islam, igual que el cristianismo y el judaísmo, también es una religión del Libro. 211


Y es que ambas civilizaciones entrañan tantos valores sobradamente probados por la historia que en una época como la nuestra, de revolución en el ámbito de las comunicaciones, estos dos mundos pueden enriquecerse mutuamente. 215


Y esta injusticia no para de aumentar. La paradoja del progreso del siglo XX consiste en que a medida que avanza el desarrollo del mundo, más desigual se vuelve el reparto de sus frutos. El propio desarrollo ahonda en la injusticia. 217


Hoy, paradójicamente, el mundo acusa un exceso de producción de alimentos. Hay tantos, que podrían dar sustento a un ciento veinte por ciento de la actual población de la tierra. El problema radica en su reparto. 217


Se ha producido una situación que supera nuestra imaginación y nuestra capacidad de respuesta. 218


La revolución electrónica nos ha fundido en una sola familia humana. A través de los medios de comunicación globales no parará de legarnos el principal problema del mundo contemporáneo: los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. 218


El error fundamental y el gran malentendido ha consistido en que, hasta ahora, se ha calculado el progreso según el producto interno bruto, es decir, sólo se tomaba en cuenta los meros índices de crecimiento económico. Hoy iniciamos un nuevo procedimiento de medir el desarrollo del mundo. Por primera vez hemos introducido el factor humanista. 219-220


Hoy se ha extendido la llama “revolución de expectativas”, fomentada por los medios de comunicación, que, sin embargo, se limitan a mostrarnos modelos de consumismo. 220


Faltan instituciones, faltan mecanismos capaces de hacer posible un reparto justo de los bienes de la tierra. 225


Paradójicamente, el ejército y la policía son los lugares más seguros; no así los hábitats de la gente de a pie: calles y campos, estaciones de ferrocarril y trenes de cercanías. 229

En el siguiente enlace puedes descargar nuestra selección de citas de este maravilloso libro.



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