top of page

El hombre en busca de sentido

"El hombre en busca de sentido relata vivencias personales, la historia de un campo de concentración vista desde dentro".

Autor: Viktor Frankl

Género: Psicología 

Año: 1946

RESEÑA DE LIBRO


El hombre en busca de sentido relata vivencias personales, la historia de un campo de concentración vista desde dentro. El libro se divide en dos partes, en la primera el autor se basa en 3 partes conocidas como: primera, segunda y tercera fase, intentando dar respuesta a la pregunta: ¿Cómo afecta el día a día en un campo de concentración a la mente y a la psicología del prisionero medio? En el libro se menciona que todos los sucesos descritos tuvieron lugar en pequeños campos, donde realmente se llevó a cabo el exterminio; y no en los extensos y afamados campos de los que todo el mundo ha oído hablar.



NUESTRA SELECCIÓN DE CITAS DEL LIBRO


El honroso cementerio de Auschwits solo parece albergar una multitud de personas recordadas con una dignidad póstuma tras una muerte sin sentido. Página 9


Esa suma de sufrimientos silenciosos, más el infernal horror de la brutal monstruosidad, aciertan a vislumbrar el dramatismo y la barbarie de los campos de concentración. 9


Se ha dicho que Viena es el último esplendor del pasado. 10


Evidentemente el campo de concentración fue mi real prueba de madurez. 12


La biografía de frankl se sustenta en la paradoja de los contrastes: tanto en la naturalidad con que asume sus éxitos como en la fortaleza para superar los fracasos. 14


Los hombres ilustres siempre recomienzan, y eso los convierte en admirables e imitables. 15


Años después Frankl reconoció públicamente que, con aquella conversación, Benscher lo devolvió a la vida. 15


Eligió la catarsis como terapia, suponiendo que al verbalizar las atrocidades vividas liberaría su pesada carga emocional. 17


Frankl limpio de su intimidad hasta la más mínima mota de rencor o resentimiento. No olvidó la experiencia de los campos, pero sí superó su experiencia personal. 18


Por la mesura de sus juicios y la sutileza de su pluma Frankl consigue infundir ganas de vivir al contar la bestialidad humana de la vida en el lager. 20


Dejo a otros autores la tarea de despersonalizar este texto para poder obtener teorías objetivas a partir de experiencias subjetivas. 21


Frankl reaccionó afrontando la vida en el campo como una oportunidad para vivir, sufrir y morir según aquel libro. 22


El sufrimiento en cierto modo, deja de ser sufrimiento cuando encuentra un sentido. 23


No es el sufrimiento el que madura o enturbia al hombre, es el hombre el que da sentido al sufrimiento. 23


Es más una cuestión de hecho que de fe. 24


El sentido de la vida, en su aceptación frankliana es así de natural: Amores, amistades, proyecto, obligaciones, ilusiones, nostalgias… 24


No hay nada en el mundo que sea tan capaz de consolar a una persona de las fatigas internas o las dificultades externas como el tener conocimiento de un deber específico, de un sentido muy concreto, no en el conjunto de su vida, sino aquí y ahora, en la situación concreta que se encuentra. 25


Paradójicamente, la lectura de tantas atrocidades conduce al lector hacia el cumplimiento del deber cotidiano. Y esa es la mejor descripción del significado del sentido de la vida en Victor Frankl. 25


Cumplir con la nota de trascender o autotrascender, y autotrascender implica dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo, bien sea para realizar un valor, bien para alcanzar un sentido o para encontrar a otro ser humano. 25


Frankl mira más allá de la visión materialista, pues jamás olvida la dimensión espiritual, porque jamás olvida su condición de médico. 27


Los escasos afortunados que sobrevivimos, gracias a una concatenación de casualidades o milagros – llámese como quiera --, estamos convencidos de que los mejores no regresaron. 36


Pues como toda ciencia, la psicología exige distanciarse de los hechos. 38


En este punto quisiera hacer una observación. Mi Propósito principal era publicar este libro de forma anónima, firmándolo con mi número de prisionero. Me impulsaba a ello mi rechazo al exhibicionismo. Sin embargo, terminada la redacción, me convencieron de la ineptitud de una edición anónima, pues en esta clase de testimonio la fuerza de la confesión incrementa el valor de los hechos. Por esta razón decidí expresar mis convicciones con la máxima franqueza y venciendo mi natural desagrado por el exhibicionismo, me abstuve de suprimir los pasajes más personales. 39


Me resigné al curso de los acontecimientos, comportamiento que repetí varias ocasiones durante mi internamiento. El peso del macuto me ladeaba un poco hacia la izquierda, pero me esforcé en caminar erguido. 45


En ese momento comprendí la verdad desnuda del campo de concentración, y me llevó a culminar la primera fase de mi reacción Psicología. Hice borrón y cuenta nueva, dejado atrás toda mi vida anterior. 47


Yo creía que ciertas cosas era imprescindibles, que no podría dormir sin esto, o vivir sin aquello. 49


En esas infames condiciones conciliábamos el sueño, que nos traía alivio y olvido de las penas durante unas horas. 50


Sí, el hombre puede acostumbrase a todo, pero no nos pregunte cómo lo hace. 50


Como resultado de las convicciones personales que luego mencionaré, la primera noche en el Lager me prometía a mí mismo no lanzarme contra las alambradas. 51


De ahí que en la primera fase del shock, el recluso de Auschwitz perdiera el miedo a la muerte. Pasados los primeros días se observaban las cámaras de gas con un horror atenuado. A fin de cuentas, le ahorraban a uno la decisión de suicidarse. 51


Si queréis seguir vivos, el único modo de conseguirlo es aparentar capacidad de trabajo. 52


Hay cosas que pueden hacerte perder la razón, a no ser que no tengas ninguna razón que perder. 52


Pronto el prisionero construía, gracias a la insensibilidad, un muy necesario escudo protecor. 56


Entonces advertí que a mi lado blandía su porra un hombre de la ss. En esa situación no es el dolor físico lo que más hiere (y esto vale tanto para los adultos como para los niños castigados), sino la humillación y la indignación por la injusticia, el sinsentido de todo esto. 56


Aunque parezca extraño, en ciertas circunstancias un golpe fallido hiere más que uno que haya dado en el blanco. 56


La apatía, el principal síntoma de la segunda fase, actuaba como un mecanismo necesario de autodefensa. 60


Quienes no han sufrido una experiencia similar difícilmente pueden concebir el destructivo conflicto mental y la lucha de voluntades que dominan a un hombre hambriento. 63


Pese a la bajeza física y mental imperantes en el campo de concentración, podía cultivarse una profunda vida espiritual. 67


El daño infligido a su ser interior fue menor, pues eran capaces de abstraerse del terrible entorno más rico y dotado de paz espiritual. 68


El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre. Percibí entonces, en toda su profundidad, el significado del mayor secreto que la poesía, el pensamiento y las creencias intentan comunicar. La salvación del hombre consiste en el amor y pasa por el amor. 69


Los ángeles se abandonan en la eterna contemplación amorosa de la gloria infinita. 69


El amor trasciende la persona física del ser amado y halla su sentido más profundo en el ser espiritual, el yo íntimo. Que esté o no presente esa persona, que siga viva o no, en cierto modo carece de importancia. 70


Al dejar libre la imaginación esta se solazaba en hechos del pasado, aunque no en los más valiosos. Al contrario, se recreaba con ternura en pequeños sucesos, en cosas insignificantes. 71


A medida que se intensificaba la vida interior de algunos reclusos, apreciábamos también la belleza del arte y la naturaleza con una emoción desconocida. 71


Si en el trayecto de Auschwitz a un campo de Baviera alguien hubiera visto, asomados a los ventanucos de los vagones del tren, nuestros rostros radiantes al contemplar las cimas de las montañas de Salzburgo, refulgentes por la puesta del sol, no habría creído que fuésemos hombres que habían perdido toda esperanza de vida y libertad. A pesar de ello -- o tal vez precisamente por ello -- nos maravillaba la belleza de la naturaleza, de la que nos privó tanto tiempo el cautiverio. 71


Un prisionero dijo: ¡Qué hermoso podría ser el mundo!. 72


Y la luz brilla en medio de la oscuridad. 72


El humor es otra de las armas del alma en su lucha por la supervivencia. Es sabido que el humor más que cualquier otra cosa en la existencia humana, proporciona el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque sea un instante. 74


Los intentos por desarrollar el sentido del humor y ver la realidad bajo una luz humorística constituyen una especie de truco que aprendemos en el arte de vivir. 75


Y a la inversa, el hecho más insignificante puede generar las mayores alegrías. 75


Agradecíamos el alivio más insignificante. 78


La suerte seguía favoreciéndome. 80


Por supuesto había momentos en que era necesario alejarse de la aglomeración. 81


Había aprendido a dejar que el destino siguiera su camino. 85


De repente decidí, por una vez, sobreponerme a mi destino. 88


La conciencia de sentirse un ser humano está tan arraigada en el espíritu que resulta imposible arrancarla incluso en las lacerantes condiciones del Lager, pero ¿cuántos hombres, libres o cautivos, la conservan? 92


Cada vez que la mayoría degradada y la minoría privilegiada entraban en conflicto… el resultado era explosivo. 93


El hombre puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental, incluso en terribles estados de tensión psíquica y física. 95


Quizá no fueron muchos, pero esos pocos son una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la libertad humana –la libre elección de la acción personal ante las circunstancias– para elegir el propio camino. 95


Cada día, cada hora, brindaba la oportunidad de tomar una decisión, una decisión que estipulaba si uno se sometería o no a la presión que amenazaba con arrebatarle el último vestigio de su personalidad. 95


De modo que cada hombre, incluso en condiciones trágicas, puede decidir quién quiere ser - espiritual y mentalmente- y conservar su dignidad humana. 96


Precisamente esa libertad interior, que nadie puede arrebatar, confiere a la vida intención y sentido. 96


Si hay un sentido en la vida, entonces debe haber un sentido en el sufrimiento. La experiencia indica que el sufrimiento es parte sustancial de la vida, como el destino y la muerte. Sin ellos la existencia quedaría incompleta. 96


Cualquier hombre, a lo largo de su vida, se verá enfrentado a su destino y tendrá la oportunidad de convertir un puro estado de sufrimiento en una hazaña interior. 98


La observación psicológica de los prisioneros ha demostrado que el que sucumbía a las influencias degradantes del Lager era quien ya previamente se había abandonado en el nivel espiritual y humano, quien ya no poseía amparo moral. 99


Con el fin de la incertidumbre nacía la incertidumbre del final. 100


El vocablo latino finis posee dos significados: “final” y “meta a alcanzar”. Un hombre que no vislumbraba el fin de su “vida provisional” tampoco podía aspirar a una meta. 100


Le parecía que ya no tenía futuro y todo lo contemplaba como si ya estuviera muerto. 101


El hombre que se dejaba vencer por la ausencia de futuro ocupaba su mente con pensamientos retrospectivos. 101


…muchas veces, las circunstancias excepcionales adversas otorgan al hombre la oportunidad de crecer espiritualmente más allá de sí mismo. 101


La vida es como visitar al dentista. Siempre crees que lo peor aún está por llegar, cuando en realidad ya ha pasado. 102


Es propio del hombre poder sustituir al cobijo de la esperanza en el futuro: sub specie aeternitatis. Ahí radica la clave de la salvación en los momentos más difíciles, aunque a veces haya que servirse de algún truco para lograrlo. 102


Las palabras de Nietzsche “quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”. 104 Debemos aprender por nosotros mismos, y enseñar a los hombres desesperados, que en realidad no importa lo que esperamos de la vida, sino que importa lo que la vida espera de nosotros. 106


…tenemos que dejar de preguntar por el sentido de la vida y en su lugar percatarnos de que es la vida la que nos plantea preguntas, cada día y a cada hora. 106


En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la vida plantea, cumpliendo la obligación que nos asigna. 106


Nunca se podrá responder a la pregunta sobre el sentido de la vida con afirmaciones absolutos. “Vida” no significa algo vago sino real y concreto, del mismo modo que las tareas que nos impone son muy reales y concretas. 106


Cada situación es única e irrepetible, y para cada una existe una única respuesta [más] adecuada. 107


Pero no había que avergonzarse de las lágrimas, pues ellas testimonian la valentía del hombre, el valor de enfrentar el sufrimiento. 108


Un compañero al que pregunté cómo había podido curarse el edema me dijo azorado: “¡lo expulsé de mi organismo con mis lágrimas!” 108


Un hombre que se vuelve consciente de su responsabilidad ante quien lo aguarda con todo su corazón, o ante una obra por terminar, nunca será capaz de tirar su vida por la borda. Conoce el porqué de su existencia y podrá soportar casi cualquier como. 109


Un ejemplo o modelo adecuado era mucho más convincente que las palabras. 109


La influencia inmediata de una determinada conducta siempre es más eficaz que las palabras. Aunque a veces las palabras también son eficaces, especialmente si la receptividad de la otra persona se ve incrementada por las circunstancias. 109



Nietzsche: “Todo lo que no me destruye me hace más fuerte”. 111


Nietzsche: “Ningún poder de la tierra podrá arrancarte lo que has vivido”. 111


…la vida humana nunca, bajo ninguna circunstancia, deja de tener sentido, y que este sentido infinito de la vida incluye también el sufrimiento y la agonía, las privaciones y la muerte. 111


Recuerdo el día en que un capataz me dio a escondidas un trozo de pan, seguramente de su propia ración del desayuno. Y me obsequió con algo más, “algo” humano que me hizo saltar las lágrimas: la palabra y la mirada con que acompañó el regalo. 115


…podemos concluir que hay dos razas de hombres en el mundo, sólo dos: los de los hombres decentes y la de los indecentes. Ambas se mezclan en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo social se compone exclusivamente de hombres decentes o indecentes. 115


¿Qué es en realidad el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es quien ha inventado las cámaras de gas, pero también el que ha entrado en ellas con paso firme, musitando una oración. 115


Se necesitaba tiempo y paciencia para que estos hombres aceptasen la lisa y llana verdad de que nadie tiene derecho a hacer el mal, aunque se haya sufrido una atroz injusticia. 120


La logoterapia es un método menos introspectivo y menos retrospectivo. La logoterapia se dirige al futuro, es decir, a los valores y el sentido que el paciente quiere proyectar en el futuro. 126


De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivadora del hombre es la lucha por encontrar un sentido a su vida. 126


En el hombre la búsqueda del sentido de su vida constituye una fuerza primaria, no una “racionalización secundaria” de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico, en cuanto que es uno mismo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra el hombre un significado que satisfaga su voluntad de sentido. 127


…el hombre no inventa el sentido de su vida, sino que lo descubre. 128


…los principios morales no mueven al hombre, no lo empujan; más bien tiran de él. 128


El hombre nunca se ve impulsado a una conducta moral preestablecida; actúa, en cada ocasión, de una forma determinada. Y además, el hombre no actúa para satisfacer su impulso moral, silenciando así su conciencia; lo hace para lograr una meta con la que se identifica, o por una persona a la que ama o por la gloria de Dios. 129


…la verdadera moralidad es más que un somnífero o un tranquilizante. 129


…no todos los conflictos son neuróticos; y a veces es normal, e incluso saludable, cierta dosis de conflictividad. 131


Niego tajantemente que la búsqueda de un sentido, o la duda de si existe ese sentido, proceda o sea el resultado de una enfermedad. 131


Sin duda la búsqueda humana de sentido y de valores puede nacer de una tensión interna, no de un equilibrio interno. Ahora bien, esa tensión es un requisito indispensable para la salud mental. Me atrevería a afirmar que, aún en las peores condiciones, nada en el mundo ayuda a sobrevivir como la conciencia de que la vida esconde un sentido. 132


…la salud psíquica necesita cierto grado de tensión interior, la tensión existente entre lo que se ha logrado y lo que hay que conseguir, o la distancia entre lo que uno es y lo que debería llegar a ser. Esta tensión es inherente al ser humano y, por tanto, indispensable para el bienestar psíquico. No hay que amedrentarse, pues, al confrontar al hombre con el sentido de su existencia. Únicamente así despertaremos la voluntad de sentido del estado de latencia. 133


Lo que el hombre necesita no es vivir sin tensión, sino esforzarse y luchar por una meta que merezca la pena. 133


La dinámica espiritual dentro de un campo de tensión bipolar, en el que un polo representa el sentido que se ha de cumplir y el otro corresponde al hombre que debe cumplirlo. 134


El vacío existencial es un fenómeno muy extendido del siglo XX. 134


…el sentido de la vida difiere de un hombre a otro, de un día a otro y de una hora a otra. Por tanto, lo que importa no son las formulaciones abstractas, sino el sentido concreto de la vida de un individuo en un momento dado. 136


Así ocurre con la existencia humana; no deberíamos buscar un sentido abstracto a la vida, pues cada uno tiene una misión que cumplir. Por tanto, no puede ser reemplazado en su función, ni su vida puede repetirse: su tarea es única como es única la oportunidad de realizarla. 137


En última instancia el hombre no debería cuestionarse sobre el sentido de la vida, sino comprender que es a él a quien la vida interroga. 137


…la vida pregunta por el hombre, cuestiona al hombre, y éste contesta de una única manera: respondiendo de su propia vida y con su propia vida. 137


De modo que la logoterapia considera que la esencia de la existencia consiste en la capacidad del ser humano para responder responsablemente a las demandas que la vida le plantea en cada situación particular. 137


Actúa como si vivieras por segunda vez y la primera lo hubieras hecho tan desacertadamente como estás a punto de hacerlo ahora. 137


Pocas estrategias estimulan más el sentido de la responsabilidad que esta máxima que invita a imaginar, primero, que el presente ya es pasado y, segundo, que ese pasado se puede corregir. Este precepto enfrenta al hombre con la finitud de la vida y con su finalidad personal y existencial. 137


Uno de los postulados de la logoterapia mantiene que la preocupación primordial del hombre no es gozar del placer, o evitar el dolor, sino encontrar un sentido a la vida. 141


La vida que depende del azar no merece ser vivida. 143


La logoterapia, consciente de la esencial transitoriedad de la existencia humana, no es pesimista sino activista. 148


El deseo es el padre del pensamiento y el miedo es la madre del suceso. 149


El vacío existencial es la neurosis colectiva más frecuente en nuestro tiempo. 155


…quiero testimoniar el incalculable poder del hombre para desafiar y luchar contra las peores circunstancias que quepa imaginar. 156


El hombre no está completamente condicionado y determinado; al contrario, él decide si cede ante las circunstancias o se enfrenta a ellas. En otras palabras, el hombre se determina a sí mismo, no se limita a existir, sino que decide cómo será su existencia, en qué se convertirá en el próximo minuto. 156


Análogamente, en última instancia, el hombre se trasciende a sí mismo, es un ser autotrascendente. 156


Pero la libertad no es la última palabra. La libertad es una parte de la historia y la mitad de la verdad. La libertad es la cara negativa de cualquier fenómeno humano, cuya cara positiva es la responsabilidad. 158


Lo que alcance a ser -considerando las limitaciones de su capacidad y su entorno- tiene que construirlo él mismo. 160


Nuestra generación es muy realista, pues, después de todo, hemos llegado a conocer al hombre en estado puro. El hombre es ese ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado a esas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios. 160

En el siguiente enlace puedes descargar nuestra selección de citas de este maravilloso libro.



bottom of page